jueves, 21 de agosto de 2014

Operación Eclipse, el reparto de Alemania

Una de las copias de la Operación Eclipse, que portaba un oficial norteamericano, fue a caer a manos de del General Jodl, Jefe de Operaciones del OKW (alto mando de la Wehrmacht). La copia estaba firmada por el general sir Francis de Guingad, jefe del estado mayor de Montgomery y consistía en un memorándum de 70 paginas y dos mapas desplegables.

El plan detallaba lo que los aliados pretendían hacer con Alemania y en uno de los mapas dividido por gruesas lineas, que delimitaban las zonas de ocupación tras la caída del III Reich establecía que la zona Norte y noroeste sería para Gran Bretaña, la zona sur, que incluía Baviera sería para los Estados Unidos y el resto de Alemania estaría bajo control de la Unión Soviética.

El otro mapa mostraba como Berlín seria repartida a su vez entre las tres potencias, aunque la capital alemana quedaba en territorio controlado por los soviéticos. Los británicos se situaban en la parte Norte y Noroeste, los norteamericanos en la parte Sur y los soviéticos controlarían la parte Nordeste y todo el Este.

Este plan aliado era tan importante, que solo unas pocas personas del OKW podían verlo y se consideró como "máximo secreto de estado". Ademas, estaba claro que después del comunicado de 12 de febrero de 1945 tras la Conferencia de los jefes de estado aliados en Yalta celebrada del 4 al 11 de ese mes, en la que los tres principales líderes de los Aliados: Franklin D. Roosevelt, Winston Churchill y Iósif Stalin planificaron la derrota definitiva y la ocupación final de Alemania. La Operación Eclipse había sido ratificada.

Lo peor es que las fechas del documento que tenían los alemanes indicaban que todas las decisiones básicas habían sido tomadas varios meses atrás. La carta anexa estaba firmada en enero y los mapas habían sido impresos a finales de noviembre de 1944.

Estos documentos acababan con la ultima esperanza de Hitler, que creía que en el momento en que los soviéticos cruzaron las fronteras orientales de Alemania, se producirían los primeros desencuentros entre los
Aliados, ya que pensaba que los Aliados de Occidente no permitirían que la Unión Soviética dominase Europa Central.

En la Conferencia de Yalta además se estipuló un protocolo secreto según el cual la Unión Soviética entraría en la guerra contra Japón en “dos o tres meses” tras la rendición de Alemania.

Para saber más:
La última batalla, de Cornelius Ryan
Planning the peace: Operartion Eclipse
Ibiblio

No hay comentarios:

Publicar un comentario